5 diferencias grandes entre la inteligencia táctica y la estratégica

La inteligencia empresarial (BI por sus siglas en inglés) se define en términos simples como herramienta, actividad o proceso que se utiliza para analizar los datos de la empresa que sirven para apoyar una mejor toma de decisiones, identificar nuevas oportunidades de negocio y reducir costos. La inteligencia de negocios, también se refiere a una variedad de aplicaciones de software que se utilizan en las empresas para lograr las metas y aumentar el rendimiento, usando los datos de la empresa de manera inteligente. Las inteligencias táctica y estratégica son dos aspectos de la inteligencia de negocios, que una empresa utiliza para desarrollar e implementar planes de negocio.

Las diferencias

Aunque los términos se usan indistintamente, cuando se trata de negocios, por lo menos hay cinco diferencias importantes que deben tomarse en cuenta entre la inteligencia táctica y estratégica. Las estrategias y las tácticas se refieren a dos funciones de negocios separadas, distintas y prácticas. En esencia, la estrategia consiste en planificar los movimientos que una empresa realiza consecutivamente, mientras que la táctica implica llevar a cabo los planes ya identificados. La diferencia entre los dos conceptos se puede recordar con la frase, "estrategia significa hacer las cosas correctas, la táctica es hacer correctamente las cosas".

La inteligencia estratégica

Una de las principales diferencias entre la inteligencia táctica y la estratégica es la orientación temporal de ambas herramientas, a medida que se relacionan con el entorno empresarial. La inteligencia estratégica se orienta al futuro, lo que permite tomar decisiones informadas acerca de las condiciones futuras de algún mercado o industria en particular. La inteligencia estratégica permite a los responsables decidir y visualizar la dirección futura de la empresa. La inteligencia estratégica ayuda a reconocer las nuevas tendencias y patrones de alguna industria en particular y, posteriormente, predecir los problemas potenciales que puedan afectar el ambiente operativo actual. Previene los resultados finales de los proyectos estudiados y el impacto potencial en la dirección de la empresa, así como el desarrollo de planes alternativos, aspectos importantes de la inteligencia estratégica y la planificación. El aspecto estratégico de la inteligencia empresarial se ocupa fundamentalmente de la planificación para la dirección futura y el crecimiento de la empresa, de acuerdo a su misión y objetivos.

La inteligencia táctica

En contraste con la inteligencia estratégica, la inteligencia táctica se ubica en el aquí y el ahora. Proporciona a quienes toman las decisiones la información necesaria para observar los cambios en el entorno operativo de la compañía actual y les ayuda a descubrir nuevas oportunidades. La inteligencia táctica se ocupa del tiempo real, ofreciendo un análisis de las actuales condiciones de competencia en el mercado o de la industria en particular. En lugar de planificar, la inteligencia táctica se ocupa de las medidas de acción que se deben tomar para lograr los objetivos estratégicos de la empresa. Este nivel de inteligencia se centra más en los recursos disponibles para alcanzar los objetivos estratégicos con resultados de calidad, como las personas, tiempo y dinero. La planificación táctica de una empresa ayuda a hacer un uso más eficiente de los recursos, tanto para la consecución de objetivos, como para el manejo de los riesgos y desafíos en el cumplimiento de los planes estratégicos.

Los actores

En una estructura comercial normal, la inteligencia estratégica y la planificación están a cargo de los "pensadores" de la empresa. Por lo general, esto se refiere a la alta dirección, el consejo de administración o los propietarios de la empresa. Ellos son responsables de la utilización de los datos de la compañía, que sirven para señalar a la compañía una dirección específica en consonancia con la misión y objetivos de la empresa. La inteligencia táctica tiende a involucrar a la sociedad en su conjunto. Varios departamentos y personas pueden ser empleados para lograr los objetivos estratégicos.