Ventajas y desventajas impositivas de tener un negocio propio

Ser el dueño de tu propio negocio trae muchas libertades, como el control de tus ingresos y poder elegir tu propio horario de trabajo. Pero no estas exento del pago de impuestos. Sin embargo, la forma de administrar tus impuestos es diferente a la de un empleado. Debes familiarizarte con las ventajas y desventajas para pagar tus impuestos cuando eres dueño de tu propio negocio, para luego decidir si eres capaz de manejar esta responsabilidad.

Responsabilidad de impuestos propios

Los empleados no tienen que lidiar con el ahorro de un porcentaje de sus ingresos para pagar impuestos. Los empleadores tiene que manejar los impuestos de sus empleados, y ellos retienen las deducciones necesarias. Ser dueño de tu negocio requiere que seas disciplinado en relación con el pago de impuestos. El monto adeudado al Servicio de Impuestos Internos ( IRS, por sus siglas en ingles) dependerá de cuánto gansa, y si no preparas y separas el dinero para pagar estos impuestos, las consecuencias pueden incluir el pago de intereses sobre cualquier pago retrasado y el IRS puede poner un gravamen sobre tu cuenta bancaria o en tu negocio.

Deducciones médicas

Aunque ser disciplinado y ahorrar para pagar tus propios impuestos puede resultar complicado, las personas que son dueñas de su propio negocio tienen el privilegio de disfrutar de una variedad de deducciones para ayudar a reducir su responsabilidad fiscal. Los empleadores suelen pagar un porcentaje de los costos de atención de salud de sus empleados. Pero si trabajas por cuenta propia o de diriges tu propio negocio, eres responsable de tus propias primas. Para ayudar a compensar estos gastos, el IRS permite a los dueños deducir el 100 por ciento de sus primas del cuidado de salud, y algunos otros gastos médicos, como pagos que pueden ser deducibles de impuestos.

Deducciones en el hogar y negocio

Llevar tu propio negocio puede crear una variedad de costos. Operar el negocio desde tu casa puede incrementar tu factura en el pago de luz o tu factura telefónica. E incluso si operas tu negocio desde otro lugar, hay otros costos relacionados con él, como equipos informáticos, material de oficina, mobiliario y posiblemente gastos de viajes. Para reducir tus impuestos como propietario de un negocio, puedes deducir un porcentaje de tus gastos en tu negocio. Guarda tus recibos, y lleva un registro exacto y luego preséntalos a tu contador para que el prepare tu pago y así ahorres en estos pagos.

Otras deducciones

Reduce tu deuda tributaria pagando los intereses de tu hipoteca cada año. No se puede cancelar la hipoteca o pagar el alquiler si operas tu negocio fuera de tu casa, pero puedes deducir los pagos de intereses hipotecarios y algunos de los gastos relacionados con las hipotecas, como los puntos de la hipoteca y el seguro hipotecario. Operar un negocio en el hogar también cancela muchos pagos de oficina. Los dueños de negocios se pueden beneficiar de otras ventajas fiscales, como el valor depreciado de un automóvil, pago a los empleados, aportes jubilatorios y el kilometraje del coche. Consulta a un profesional de impuestos, y pide una lista de las deducciones fiscales que califican.