Ventajas de las pequeñas empresas sobre las grandes empresas

Las pequeñas empresas tienen muchas ventajas sobre sus competidores más grandes. Al igual que las transformaciones en un portaaviones, los cambios en las grandes empresas no son un proceso ágil y veloz, como en las pequeñas empresas. Estas a menudo se ven obstaculizadas por su tamaño, lo que hace que los cambios resulten difíciles y lentos. Por otro lado, las pequeñas empresas pueden ser más innovadoras y probar cosas nuevas, ya que no son frenadas por las experiencias y logros del pasado. Además, su ritmo es a menudo muy rápido, y esta velocidad es con frecuencia una ventaja para incorporar nuevos productos al mercado.

Cambios rápidos

Como propietario de un pequeño negocio, tienes la ventaja de cambiar tu plan o estrategia mucho más rápido que tus competidores más grandes. Puedes llevar un producto al mercado con mayor rapidez al tener sólo unas pocas personas involucradas en su creación. Una empresa grande debe involucrar a muchas personas y procesos en el desarrollo de sus productos, lo que retarda el proceso y te otorga una ventaja. También, puedes adaptar tu producto, con base en la retroalimentación de los clientes, mucho más fácilmente que tu competidor más grande. Mientras él está estudiando las opciones y consiguiendo aprobaciones, ya puedes tener tu producto en los estantes.

Un sentimiento de familia

La sensación de ser parte de una familia también es una ventaja de las pequeñas empresas sobre las más grandes. Los empleados son tratados como miembros de una familia, y en muchos casos son verdaderamente vez un miembro de la familia y parte de una empresa familiar. Este sentimiento a menudo crea mucha energía durante los proyectos y tiempos difíciles. Los Piratas de Pittsburgh de 1979 utilizaron el lema "Somos familia" para ganar la Serie Mundial. El espíritu familiar los ayudó a ganar a su título, y también puede lograr que tu pequeña empresa sea muy exitosa.

Cercanía al cliente

Estar cerca del cliente es importante para el éxito en los negocios, y una pequeña empresa a menudo está mucho más cerca del cliente que una más grande. Además, se reúne con el cliente con mayor frecuencia y desarrolla con este una relación más personal que una gran empresa. Las grandes empresas tienen muchos niveles y departamentos, y con frecuencia cuentan con procedimientos que evitan el contacto cercano con el cliente. Las quejas de los clientes se pueden manejar más rápido y en un nivel más personal en una empresa pequeña, por lo que a largo plazo la relación con estos es más fácil y rentable.

Estructura sencilla

Una pequeña empresa es, por naturaleza, muy simple. Hay menos empleados que en una organización más grande y también un menor número de niveles para la gestión. Con menos personal, una empresa pequeña tiene menos necesidad de despedir a sus trabajadores en tiempos difíciles y puede mantener su funcionamiento de manera más eficiente. Al tener menos niveles de administración, los tiempos de decisión son mucho más rápidos, lo que le permite mayor flexibilidad y adaptabilidad, que una gran empresa no tiene. Una estructura sencilla significa que cada empleado puede estar mucho más cerca de la empresa y el cliente, lo que le permite comprender cómo funciona la empresa y conseguir mayor satisfacción por parte del cliente.