¿Cuáles son las cualidades más deseables en un pediatra?

Aunque existen decenas de especialidades médicas, a muchos estudiantes de medicina los atrae la pediatría. De hecho, de 75.129 médicos en ejercicio, la tercera especialidad médica más ejercida es la pediatría, según datos de la Asociación Estadounidense de Pediatras. Como con muchas otras especialidades, uno de los aspectos tangibles más positivos de ser pediatra es la remuneración alta. Los pediatras tienen un sueldo promedio anual de US$168.650 desde mayo del 2011, según el Instituto Estadounidense de Estadísticas Laborales.

Paciente y tranquilo

Para trabajar en cualquier tipo de especialidad médica se necesita paciencia, pero este atributo es primordial cuando se trata de pediatras. A muchos niños les da miedo estar en el consultorio de un médico, y puede ser difícil que cooperen, sin importar si es que se les va a dar una vacuna o se los va a preparar para una operación. Los pediatras deben tener buena mano con los niños, incluyendo que sepan encontrar maneras de explicarles los procedimientos médicos de forma honesta y tranquila. Esa misma tranquilidad y paciencia les servirá cuando tengan que lidiar con ciertos factores frustrantes como papeleos y otras cuestiones administrativas comunes a todas las especialidades.

Flexible y lleno de energía

Debido a que los problemas de salud de los niños no acatan horarios, para trabajar de pediatra puede ser necesario trabajar muchas horas o de forma irregular. Esto es particularmente cierto para los pediatras que trabajan en especialidades como cirugía pediátrica o en una institución de emergencias médicas. Además de poder adaptarse a una rutina larga e irregular, los pediatras deben mantener su energía. Es necesario tener fortaleza física para trabajar muchas horas y seguir en pie en las rondas médicas, cirugías y otras tareas diversas.

Muy organizado

Para tratar a los pacientes de forma eficaz y construir una relación con los niños y sus familias, los pediatras deben ser muy organizados y expertos en mantener un registro. Si bien es importante tomar notas detalladas de los pacientes de cualquier edad, estas son fundamentales para delinear el desarrollo físico de los niños y percibir cualquier posible problema a medida que crecen y maduran, así como mantener un registro de procedimientos comunes como las vacunas. La organización no sólo garantiza un alto nivel de cuidado médico, sino que infunde confianza en los padres, quienes recurren a los pediatras para que mantengan a sus hijos sanos.

Fuerte a nivel emocional

Asimismo, trabajar de pediatra puede poner al médico cara a cara con situaciones difíciles que involucren la salud y el bienestar de los pequeños pacientes. De forma ideal, los pediatras deben poder proveer una solución que lleve a los niños a estar sanos nuevamente luego de una enfermedad o lesión, pero siempre habrá pacientes que no puedan recuperarse de sus problemas. Para lidiar con estos casos profesionalmente, los pediatras deben poder separar sus emociones de su trabajo.