Cómo vender leña para ganar dinero

Cortar y vender leña es un negocio rentable de tiempo parcial o completo si tienes acceso a una parcela de árboles y algunas herramientas simples. El precio del combustible para calentar hogares se está elevando, y los que viven en climas fríos suelen usar estufas de madera como suplemento o reemplazo para su sistema de calefacción. Pueden atarse pequeños fardos de leña para vendérselos a los campistas y los que tienen chimeneas o fogones. La leña también puede venderse por cuerda, una pila de madera de 4 pies de ancho por 4 pies de altura (1,21 x 1,21 metros) y 8 pies (2,43 metros) de largo.

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Escoge el tipo de leña que piensas vender. Puedes vender troncos enteros para que el comprador los corte por cuenta propia, leñas en cuerda que ya tengas cortada y separada o trozos de madera o "madera triturada" que puedan emplearse para encender, para fogones y para estufas a leña (en las que se necesita una llama caliente y corta). Las maderas duras como la de arce y ceniza son excelentes para quemarse durante mucho tiempo en estufas a leña y no producen mucha creosota cuando se queman adecuadamente. Las maderas suaves como el pino son buenas para los fuegos cortos y calientes, como los de los fogones o las estufas a leña. Aunque su savia sí genera mucha creosota, por lo que no deberían venderse como madera principalmente para quemar.

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Reúne tu equipamiento. Si aún no tienes equipo para cortar madera, compra o alquila una motosierra con sierras extra, un separador de troncos, un camión para la entrega, un hacha, un separador de mano y calzos. También necesitas un lugar para guardar la madera. Un cobertizo cubierto o un granero es lo ideal, pero un lugar nivelado con lonas que cubran la madera también bastará.

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Asegura tu suministro. Si no tienes tu propia parcela de árboles o la tienes, pero necesitas más madera, encuentra una parcela que puedas alquilar. Si vas a vender restos de madera para encender fuego, habla con los dueños de las tiendas de ebanistería o madererías y haz un trato para comprar la madera que no utilicen.

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Corta y apila la madera. Antes que nada, tendrás que cortarla en largos que se puedan vender. Corta la madera teniendo a los clientes en mente. La mayoría de los consumidores poseen pequeñas estufas de madera y necesitan que la madera sea de 12 o 16 pulgadas (30,48 o 40,64 cm) de largo y no más de 6 pulgadas (15,24 cm) de ancho (lo suficientemente anchas como para agarrarlas con la mano). Una vez que cortes y separes la madera en largos adecuados, haz un fardo o una pila.

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Publicita tu madera para la venta colocando un cartel frente a tu casa o parcela. Pon volantes en las pizarras de boletines comunitarias. Compra un espacio publicitario en un periódico local o pon el anuncio en la sección de clasificados.

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Pon un precio competitivo para la madera con respecto a otros proveedores del área. Podrías ofrecer una entrega sin cargo o decidir cobrar después de un determinado número de kilómetros.