Tres tipos de objetivos para la planificación

Si el negocio es grande o pequeño, los jefes de empresa establecen metas generales para el negocio y las desglosan en objetivos. La administración tiene que desarrollar e implementar planes para cumplir estos objetivos. Dependiendo del tipo de negocio, el plazo y el enfoque de la gestión, los objetivos pueden tener características diferentes. La clave para los gerentes es hacer coincidir la implementación del plan con el tipo de objetivo.

Objetivos

Las empresas, grandes o pequeñas, pueden identificar problemas y establecer metas generales para su negocio, pero necesitan planes específicos para avanzar. La etapa de planificación incluye cursos de acción e identifica los resultados que la empresa quiere ver. Estos resultados se traducen en objetivos en los diferentes niveles de la organización. Un gerente de departamento puede tener el objetivo de aumentar las ventas en un 10 por ciento. Esto se convierte en un objetivo de vender 15 sistemas más este mes por uno de sus empleados. Para mantener la planificación clara, el tipo de objetivo debe seguir siendo el mismo a lo largo de esa traducción por la organización.

Relacionado con el tiempo

Un tipo de objetivo incluye un factor de tiempo. Estos objetivos son a corto plazo, a mediano o largo plazo, que van desde un mes hasta varios años. La planificación, que incluye objetivos a corto plazo, especifica los resultados esperados inmediatos de las acciones actualmente en curso. Estos objetivos se centran en las actividades del día a día. Los objetivos a medio plazo son los resultados que influyen en los presupuestos anuales, informes y estrategias. Se refieren a los planes de acción mensuales. Los objetivos a largo plazo se ven en los resultados que la empresa necesita para alcanzar sus metas generales. Se centran en los resultados de las revisiones anuales. La planificación especifica los objetivos relacionados con el tiempo como un marco general para la implementación del plan.

Rutina

Algunos objetivos no tienen un marco de tiempo específico, pero se ocupan de los resultados esperados de las actividades continuas, de rutina. Los niveles normales de producción se traducen en objetivos de rutina. Vigilar la seguridad para evitar que la tasa de accidentes se eleve implica objetivos de rutina. Tales objetivos se mantienen típicamente a una velocidad constante. La gerencia monitorea objetivos de rutina por si hay desviaciones de la norma y para instituir medidas correctivas si es necesario. La planificación especifica los objetivos de rutina y asume que la empresa los alcanzará como lo ha hecho en el pasado.

Desarrollo

Mientras que los objetivos relacionados con el tiempo se ocupan de las actividades normales dentro de un marco de tiempo y los objetivos de rutina con actividades regulares, los objetivos de desarrollo son el resultado de nuevas iniciativas. El cambio externo impuesto a una empresa o los cambios internos motivados por nuevas metas resultan en una planificación de nuevos desarrollos. Tales planes especifican nuevas actividades y estiman los resultados. Estos resultados se traducen en objetivos deseados en los diferentes niveles de la organización. Dado que las actividades son nuevas, los objetivos pueden no ser realistas y los gerentes tienen que estar listos para hacer ajustes a este tipo de objetivo.