Principales señales de mal liderazgo

Los malos líderes pueden tener un impacto negativo en los empleados y pueden hasta dañar a la compañía. El mal liderazgo afecta la capacidad de la empresa de retener empleados y afecta la moral del personal, la motivación y la productividad. Comprender las características de un mal líder te ayudará a evitar cometer ciertos errores y reforzar tus habilidades de liderazgo.

Falta de comunicación

Los líderes poco efectivos no valoran la comunicación con sus empleados. Un mal líder quizás pase largos periodos de tiempo encerrado en su oficina o ignore los correos y llamados de los empleados. Consideran que escuchar a otros no es prioritario y seguramente interrumpen mientras un empleado habla y abandonan la conversación. Los malos líderes no escuchan las opiniones de los demás y no parecen importarles. Los malos comunicadores también pueden ser poco efectivos para transmitir información nueva sobre políticas y procedimientos corporativos, que pueden afectar el trabajo de los empleados.

Microgestión

Los microgerentes no pueden evitar involucrarse en los detalles más pequeños de las tareas de sus empleados. Si bien se aseguran de que todo se haga a su manera, los empleados pueden estar disconformes con la falta de responsabilidad y autonomía que se les otorga. Profiles International afirma que los microgerentes pueden ser inseguros, o negarse a delegar por miedo a quedar opacados.

Expectativas poco claras

La falta de expectativas claras puede frutar a los empleados y afectar su capacidad de completar una tarea con éxito. Los malos líderes quizás no les digan a sus empleados cuándo se debe presentar un proyecto o alteren la fecha de entrega de repente. Los detalles de los proyectos pueden ser vagos, por lo que resulta difícil para los empleados comprender qué factores se consideran importantes. Si el proyecto implica la participación de más de un empleado, un mal líder seguramente les explicará quién es responsable de qué parte.

Intimidación

Los malos líderes pueden intimidar a los empleados, en general, amenazándolos con despedirlos si el trabajo no se completa de forma satisfactoria. Los empleados de un líder negativo pueden ser reprendidos públicamente por sus errores y criticados por sus características personales. Trabajar en un entorno así baja la moral y aumenta la rotación de personal. Crear una atmósfera negativa puede ser una desventaja, porque el miedo causa tensión y, en situaciones extremas, falta de rendimiento y eficiencia, explica Ronald Riggio, doctor en “Psychology Today”.

Relaciones interpersonales

Los malos líderes pueden ser personas negativas que no tienen idea de cómo motivar a los demás. Pueden sentirse libres de compartir sus opiniones negativas sobre el proyecto de la compañía o el sector, en lugar de enfatizar los aspectos positivos de una situación o problema. No pueden considerar el punto de vista de nadie que no sean ellos mismos y no responden bien a las quejas o sugerencias. En algunos casos, tienen favoritos dentro del personal, y lo demuestran con claridad, a través de un trato especial y la asignación de determinadas tareas. Los conflictos entre empleados los asustan, dado que no tienen las habilidades necesarias para mediar y resolver los problemas de comunicación entre el personal.