Las ventajas de una estrategia de integración vertical

Una estrategia de integración vertical se da cuando una compañía opera en más de un nivel del canal de distribución. El canal de distribución empieza con el fabricante que hace un producto. Este lo vende a un mayorista. El mayorista lo vende a los minoristas, que en última instancia lo venden a los clientes finales. Cuando un fabricante vende directamente a los clientes finales, utiliza la integración vertical hacia adelante. Cuando un mayorista o minorista fabrica, utiliza la integración vertical hacia atrás.

Mayor control

Una ventaja importante que buscan las empresas que entran en la integración vertical es tener mayor control sobre la cadena de valor. Cuando los minoristas deciden adquirir o desarrollar un negocio de fabricación, obtienen un mayor control sobre la parte de producción del proceso de distribución. Del mismo modo, cuando un fabricante realiza actividades de distribución o de venta al por menor, tiene más control sobre la forma en que se presenta el producto y a qué precio se vende en el mercado.

Control de costos

En general, la integración vertical también ofrece significativamente la capacidad de controlar los costes en todo el proceso de distribución. En el proceso de distribución tradicional, cada paso en el movimiento del producto implica un sobreprecio para que el distribuidor pueda obtener beneficios. Al vender directamente a los compradores finales, los fabricantes pueden "eliminar al intermediario" eliminando una o más etapas de sobreprecio en el camino. Una sola entidad que gestiona el proceso de distribución también tiene más capacidad de optimizar la utilización de recursos y evitar costes desperdiciados. La reducción de los costes de transporte son comunes.

Ventajas competitivas

Algunas empresas participan en la integración vertical únicamente para aumentar ventajas sobre la competencia y evitar que los competidores tengan acceso a los recursos escasos o a los mercados importantes. Un comerciante puede comprar una empresa de fabricación, por ejemplo, para tener acceso a una tecnología específica, patentes o recursos disponibles sólo en el área local de la empresa. Una empresa de fabricación puede entrar en la distribución o venta al por menor para acceder directamente a los clientes de un mercado altamente competitivo antes que lo hagan sus competidores.

Difirenciación

La integración vertical le da a las empresas acceso a más insumos de producción, a los recursos y procesos de distribución y a los canales de venta. Cada uno de ellos ofrece oportunidades a la empresa para distinguirse de sus competidores a través de una comercialización eficaz. Un minorista puede adaptarse más rápidamente a las necesidades cambiantes de los clientes si posee la empresa de fabricación o producción que fabrica sus productos. Un fabricante puede vender a través de un portal de Internet y usar técnicas de publicidad en línea para atraer tráfico y generar credibilidad en el mercado.