Las desventajas de la afiliación sindical desde la perspectiva del empleador

Si bien los sindicatos proporcionan muchos beneficios para los trabajadores, también crean una variedad de desventajas para los empleadores, incluyendo las estrictas leyes laborales federales que rigen los derechos de los empleadores en relación con los sindicatos. El hecho de que tu fuerza de trabajo pueda ser parte de un sindicato no significa que tu relación con tus empleados deba ser adversa. Comprender algunas de las desventajas del sindicato para los empleadores te ayudará a evitar los conflictos y trabajar mejor con una fuerza laboral organizada.

Salarios más altos

Una de las principales desventajas de que tus empleados sean sindicalistas es que los costos de mano de obra probablemente aumentarán. Los trabajadores sindicalistas ganan aproximadamente 22% más que sus homólogos no sindicalizados, de acuerdo a los datos proporcionados en el sitio web de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos. Con la negociación colectiva, los trabajadores son libres de hablar unos con otros antes de enviar a un representante en su nombre para negociar los salarios, las prestaciones y las condiciones de trabajo, todo lo cual puede conducir a mayores costos de producción.

Huelgas

Si no estás de acuerdo con el salario, las prestaciones o las reglas del lugar de trabajo solicitadas por los miembros del sindicato, ellos están legalmente autorizados a ir a huelga. Las leyes federales limitan la capacidad de despedir a los trabajadores en huelga. La huelga no sólo te cuesta dinero por la pérdida de producción, sino que también causa otros problemas. La publicidad de una huelga puede causar una disminución en las ventas si los clientes que simpatizan con los huelguistas boicotean tus productos o servicios. Tus vendedores y clientes comerciales pueden dejar de trabajar contigo, anticipando tu incapacidad para pagar tus cuentas o entregarles lo que compran.

Disminución del control de recursos humanos

Si asciendes a los trabajadores en función de parámetros como el mérito, la productividad u otros medios objetivos, puedes perder esta oportunidad con una fuerza de trabajo sindical. Muchos sindicatos negocian las normas de trabajo que promueven y protegen a los trabajadores basados ​​en la antigüedad, en lugar del mérito. Esto significa que si necesitas despedir a unos cuantos trabajadores, debes despedir a aquellos que han sido contratados recientemente, y no a los trabajadores que son menos productivos. Tu capacidad para disciplinar a los trabajadores también disminuirá, ya que las reglas del sindicato y las reacciones a los casos de disciplina de los empleados limitan tus opciones para hacer frente a los trabajadores que consideras de bajo desempeño.

Más demandas y arbitrajes

Con una fuerza de trabajo organizada, es probable que te enfrentes a más retos por las acciones que realizas con respecto al estado de un empleado. Mientras que los empleados individuales pueden no tener los recursos financieros ni la voluntad para impugnar cosas tales como el despido, un descenso de categoría, la falta de promoción, o el presunto acoso o discriminación, un trabajador sindicalizado podría ser alentado a presentar una demanda o apelar tus acciones, y puede que se le ofrezca apoyo sindical para hacerlo.

Contabilidad extra

Si los miembros del sindicato pagan cuotas, pueden solicitar que dicha cuota sea deducida de su salario, añadiendo una tarea adicional a tu departamento de contabilidad. Después de deducir las cuotas del sueldo de los empleados, debes desembolsar los fondos a la cuenta del sindicato correspondiente.