Ejemplos de pensamiento creativo en el trabajo

El pensamiento creativo es esencial para cualquier organización para evitar el estancamiento y para mantener a la empresa actualizada. El proceso de pensamiento creativo no siempre es fácil, y un poco de estimulación puede ser necesaria. Puedes utilizar unas cuantas técnicas para ayudar en el proceso, y puede ser beneficioso involucrar a la mayor cantidad de trabajadores que puedas para que se expongan a un amplia variedad de ideas.

Tormenta de ideas

La tormenta de ideas le permite a un grupo de personas contribuir con ideas sobre un tema sin tener en cuenta cuán prácticas sean. El objetivo es conseguir una solución original que podría no ocurrirse de lo contrario. Si bien muchas de las ideas generadas pueden no ser factibles, es posible que eliminando esas limitaciones prácticas, salga a la superficie una idea que se puede moldear en una solución viable. Otra ventaja es que vas a recibir los aportes de varias personas en lugar de sólo uno o dos individuos.

Preguntando "Y si"

El proceso de preguntarse "qué pasaría si" puede llevar a nuevos descubrimientos que resulten en mejoras o crecimiento. Por ejemplo, puedes pensar que pasaría si comienzas a realizar un proceso en el modo opuesto en que lo has estado haciendo o si añades horas de fin de semana de operación. También puedes explorar las posibilidades de abrir un segundo local o incluso comprar el de tu principal competidor. Las preguntas "qué pasaría si" son con frecuencia fuente de grandes ideas.

Juegos de rol

El juego de roles puede darte una perspectiva diferente que puede llevar a ideas muy útiles. Por ejemplo, si eres un vendedor, una sesión de juego de roles donde finges ser el cliente puede darte una comprensión mucho mejor de lo que el cliente piensa sobre tus presentaciones. Esto puede ayudarte a anticipar las objeciones más comunes que tus clientes puedan tener y a desarrollar un plan para superarlas. Estarás mucho mejor preparado para hacer tus llamadas de ventas.

Técnicas de provocación

La provocación es un proceso en el que intencionalmente rechazas una verdad de perogrullo para ayudar a estimular el pensamiento creativo. Por ejemplo, afirmar que librarte de todas las computadoras de tu negocio mejorará la productividad. Aunque no tienes ninguna intención de desembarazarte del sistema informático, el concepto puede ayudar a estimular el pensamiento hacia un lugar en que tú y tus colegas pueden producir ideas para mejorar la productividad y reexaminar sus procesos actuales.