¿Qué hacer si tu jefe le grita a los empleados?

Gritar siempre ha sido una parte de la comunicación humana, para bien o para mal. Las personas gritan para imponerse sobre los demás, para hacerse oír cuando falla una conversación tranquila, para provocar la confrontación o para satisfacer egos necesitados. Algunas culturas tienen más tolerancia a esto en el lugar de trabajo lo que, por lo general, implica que el jefe grite a los empleados de menor rango. En la América del siglo 21, la gente tiende a fruncir el ceño cuando hay gritos en el lugar de trabajo porque degrada al receptor, obstaculiza la productividad y puede convertirse en abuso.

La vergüenza pública

Si tu jefe le grita a un empleado con el resto del personal presente en lugar de llamarlo a su oficina o a algún otro lugar privado, constituye una vergüenza pública. Tal comportamiento rara vez logra algo bueno y puede envenenar el lugar de trabajo. Olvídate de si el destinatario supuestamente se lo merecía por bajo rendimiento o mal comportamiento. Reporta el incidente a un superior jerárquico de tu jefe sin demora. Si es posible, habla con algunos de tus compañeros de trabajo y presenta el informe en grupo para mostrar solidaridad. Todos los empleados merecen un trato respetuoso en el lugar de trabajo.

Gritar en privado

Cuando un jefe grita en privado, puede tener una buena causa, pero los gritos frecuentes nunca son excusables. Si algo como esto ocurre sólo en raras ocasiones, podría no representar una amenaza; a veces los empleados lo pueden hacer realmente mal, y puede ayudar que los gritos de un superior creen un punto crítico en un empleado de otra manera inconsciente. Por otro lado, las presiones de la dirección o de la vida personal a veces empujan a una persona a la ira. Esto es más difícil de excusar, dada la condición de sumisión de los empleados que trabajan a sus órdenes. Puede que te resulte difícil determinar si tu jefe se salió de la línea, y el proceso de descubrirlo puede crear aún más drama en el lugar de trabajo que el propio problema. Procede con cuidado, evita chismes y que no se diseminen acusaciones.

Tácticas generales

Presta atención a lo que tu jefe dice cuando grita, los asuntos sustanciales. Si hace ataques personales o exigencias poco razonables, considéralo una señal de alerta y eleva tu inquietud a tu jefe. Si tiene razón, entonces dale una oportunidad. Cuando tu jefe le grita a otro, habla con el empleado al que le gritó y obtén su versión de los hechos. Asegúrate de que está bien. Si el jefe lo traumatizó, eleva el asunto, de lo contrario, si tienes una buena relación de trabajo con tu jefe, llévale tu preocupación. Dile que te ha inquietado que le grite al otro empleado. También puedes recordarle que la gente no responde bien a la crítica constructiva cuando viene en forma de gritos. Si no tienes una buena relación de trabajo, se puede tratar de hablar con la persona de todos modos o puedes llevar tu inquietud a tu jefe.

Cuándo se produce un error al recurrir a un superior

Decirle a un supervisor no siempre funciona. Tal vez no tengas una vía inmediata de comunicación con tu jefe, o tal vez el gerente es el dueño de la compañía. La cultura de la empresa puede tolerar el abuso verbal hacia los empleados de bajo rango. Cuando falla esto, tú y tus compañeros de trabajo deben resolver los problemas por ustedes mismos. Los gritos sin control a menudo se convierten en una relación abusiva, que perjudica no sólo los resultados finales de la empresa, sino a la vida de las personas involucradas. Considera la posibilidad de organizar una confrontación de grupo con tu jefe, o nombrar a un emisario para tratar con él cara a cara, alguien que le agrade y a quien respete. Ofrece apoyo mutuo y comprensión, y trata de desarrollar una posición unificada. Debes prepararte para amenazar con una renuncia masiva y para seguir adelante con ella si es necesario. Si no puedes hacer nada más, es posible que desees cambiar de trabajo.