Cómo conducir un simulacro de incendios en el trabajo

Los simulacros de incendios son para más cosas que solo incendios. Conocer las rutas de evacuación de un edificio ayudará en el evento de un corte de electricidad, fuga de gas o química, u otra situación de emergencia que pueda ocurrir en la oficina. Los simulacros de incendio aseguran que los empleados salgan del edificio a tiempo y conozcan las áreas de reunión designadas para el equipo, lo cual ayudará a los rescatistas en el caso de que un empleado no aparezca durante una emergencia real en el negocio.

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Crea un comité de seguridad. El comité debería incluir al menos un representante de cada departamento del negocio, y el grupo debería nombrar a un representate de cada departamento como líder. El líder del equipo es responsable de asegurar que su equipo salga del edificio, y debe encontrarse con los miembros del equipo en una ubicación predeterminada fuera del edificio.

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Provee información de evacuación a todos los empleados antes de que el simulacro comience. Los empleados deben conocer el camino de evacuación para su área de trabajo, y los caminos alternativos en el caso que la salida esté bloqueada. Crea carteles de evacuación y colócalas en todo el edificio. Los empleados también deben recibir información acerca de cómo reportar un incendio y utilizar un extinguidor, así como también a quién contactar en caso de emergencia.

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Desarrolla distintos escenarios de simulacros de incendios para ayudarlos a prepararse para la evacuación. Haz que los empleados se parén frente a seis salidas diferentes sosteniendo carteles que digan "Salida bloqueada, elija una ruta alternativa". Esto hará que los empleados estén al tanto de las diferentes rutas de salida del edificio y hará que piensen acerca de lo que podría pasar en una emergencia real.

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Conduce simulacros de incendio regulares, pero no te excedas. Para propósitos de entrenamiento inicial, haz los simulacros cada dos semanas por un corto período de tiempo. Luego del período de entrenamiento, un simulacro de incendio cada tres meses es suficiente. Realizar simulacros más frecuentemente puede causar que tus empleados se sientan autocomplacientes, y algunos pueden rehusarse a participar. También es difícil realizar un simulacro de incendio sorpresa si son demasiado frecuentes.